jueves, 19 de septiembre de 2013

LA MISTERIOSA ERMITA DE SANTA EUFEMIA EN MARKINA

ANTIGUOS RITOS EN UN PARAJE ESPECTACULAR    

La ermita desde la cima de Urregarai, detrás el pico Berdatzandi


Entre las localidades bizkainas de Markina y Aulesti, se localiza un hermoso macizo montañoso llamado Berdatzandi. Este conjunto de cumbres se encajona entre el pico Oiz y el bravío mar de los Vascos, vigilando los pasos de los ríos Lea y Artibai. Consta de dos cimas separadas por el collado de Santa Eufemiako-zelaixe, el pico Berdatzandi de 699 metros de altitud y el pico Urregarai de 704 metros, pese a su modesta altitud son cimas que nos ofrecen un aspecto abrupto, casi inalcanzable, si bien su ascensión es muy sencilla y nos reportará unas espectaculares vistas del entorno.






Si su interés montañero es claro, no menos lo es su interés cultural, pues junto a la cima de Urregarai, se alza la ermita de San Eufemia, una de las más veneradas de la zona, y hacía donde encaminamos nuestros primeros pasos en éste precioso paraje. Caminar por éste misterioso entorno nos da una sensación de pequeñez ante lo impresionante de los paredones que se alzan sobre nuestras cabezas. Merece la pena caminar despacio y pararse a observar los riscos desde donde nos observa éste mágico templo cargado de misterios que se pierden entre la bruma del tiempo. Disfrutando de nuestro caminar, alcanzamos un hermoso prado donde comienzan las 220 escaleras que dan acceso a la ermita y a la cima de Urregarai.
 
 
 
El templo de planta rectangular y construido en piedra caliza, ubica su ábside hacía el Este, es decir por donde sale el sol, lo que nos deja adivinar que en éste abrupto paraje se darían antiguamente misteriosos cultos precristianos, que tenían en las montañas una de sus principales deidades. Aún hoy en día, o por lo menos hasta hace muy poco en el tiempo, era costumbre que los romeros que acudían en peregrinación a Santa Eufemia, portaran rollitos de cera enroscados en su cintura, al llegar a la ermita, se los quitaban , besaban la reliquia de la Santa, y tras rezar junto a la imagen, prendían la cera hasta que se consumía, con ello se creía que se curaban los dolores de cintura.



Una leyenda nos cuenta como una joven pastora que se encontraba en la zona, se sorprendió cuando apareció una mano de la tierra que portaba un hermoso anillo, la chica lo cogió e inmediatamente se quedó sin habla. Al llegar a su casa narró lo ocurrido, acompañada de sus vecinos regresó y colocó el anillo en su lugar, acto seguido recobró el habla. Los lugareños excavaron en el lugar y hallaron el cuerpo de Santa Eufemia.



Junto a la ermita se localiza la cima de Urregarai, descendemos al collado y tenemos la opción de alcanzar la cumbre de Berdatzandi, muy cercana y que nos dará unas hermosa vistas de la ermita y cima que acabamos de visitar.